Enero 2025

 


Siempre soñé con tener una casa frente al mar, abrir el ventanal y sentir la brisa, el perfume... la vida y también la Paz, la que tanto necesito.

A mí no me gusta viajar porque siempre digo que si me voy no vuelvo. No me gusta mi "pueblo" y le digo pueblo porque nunca tuvo nada para ofrecerme. Siempre, desde adolescente, tuve que viajar a otros sitios para estudiar, para luchar por mi vocación, para compartir: lecturas, tertulias, presentaciones de libros, charlas, reuniones...

Y ahora?

Me enfermé de tanta batalla.

Desde que escribía cuentos con tapitas de cartón hasta agosto de 2024 nunca paré, jamás me detuve, siempre en la búsqueda de llegar a algún lugar. ¡ Qué equivocada estaba! 

La vida está en otra parte, no en las redes sociales.

Encontré tanta hipocresía como gestos verdaderos, pero me fui desvaneciendo. Yo sabía que iba a llegar el momento, lo sentía... Tanto esperar, la indiferencia del otro lado, a veces la crueldad y otras la falsa sonrisa. No puedo negar que encontré cariño, gente anónima que me compró mis libros (y los sigue comprando a pesar de mi ausencia), palabras de consuelo, gente que se ha preocupado... Gracias a todas esas almas.

Quizá pueda volver, pero tendré que hacerlo de manera pausada y no entrar en esa vorágine tóxica porque es la muerte misma.

Les dejo todo mi cariño y un 2025 lleno de salud, paz interior y amor.

Gracias por seguirme siempre. 

(Disculpen, pero no me dejen mensajes porque no voy a poder responderles. Mil perdones)


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