La libertad es un derecho
Enfrentar el miedo
Biblioteca General San Martín de Marcos Paz (Buenos Aires)
Día del gato
Feliz día: Suri y Lolo
"Amor no es lo que dices, amor es lo que haces..."
La tía la abrazó como pudo. El día había amanecido
para ella y se sentía otra vez la mujer que rescataba vida de los escombros. Lo
hizo con Elías y ahora con su sobrina. ¿Era un ángel como decían? Todo lo bueno
estaba dentro de su alma y la abrigaba para convertirla en la pócima sanadora
de los males. Ella, una señora divertida y frívola según José Luis, una mujer
que solamente sabía organizar fiestas y bailar hasta tarde sin reparar en el
padecimiento ajeno, ni en las pérdidas, se había convertido en el regazo de los
dolientes. Hoy la tía era luz en medio de las sombras, camino recto, risas,
cúmulo de bondades, unas manos unidas y rojo brillante, como el latido, la
herida que se cierra, el corazón guardián de los que todavía se aferraban a la
vida.
"Amor no es lo que dices, amor es lo que haces..."
Dos familias, una vida, el doble proceso de interpretación del mundo a través de la exaltación de los deseos, las alegrías, los misterios, la traición y la muerte como espejo frente a la realidad de estas jóvenes con un destino marcado.
Cuando la soledad te abraza...
Albert Lynch (1851-1912)
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La última mujer, por Cristina Suárez
Cristina Suárez (España) me sorprende siempre, en silencio, con una reseña de las que escribe ella: brillantes.
La última mujer y El silencioso grito de Manuela
Gracias Yanina Daniele por las fotos, por darle una oportunidad a mi libro La Última Mujer.
Lo valoro tanto. Abrazo grande.
*
---Autores de Argentina
https://autoresdeargentina.com/la-ultima-mujer-lujan-fraix/
---Mercado Libre
https://listado.mercadolibre.com.ar/lujan-fraix#D[A:lujan%20fraix,L:undefined]
Febrero
Febrero... Seguimos en camino, que la vida nos sorprenda.
Estamos en verano en Argentina y hoy es un día nublado; se caen las hojas de los árboles. ¡Qué extraño! Ocurren tantas cosas inexplicables últimamente.
La vida es otra, lo siento así desde el 2020 y me refugio más que nunca en la escritura, en los libros que sanan, como digo siempre. También valoro más la naturaleza, la necesito: cada pájaro y su trino, cada pétalo, el atardecer... y mis gatos: Suri y Lolo.
Allí están, durmiendo.
El tiempo no detiene su vuelo y en medio de esa vorágine está la espera, siempre la espera: de ser feliz, de tener salud, de que alguien me compre un libro o dos, de no pensar tanto en mi madre y en la edad que tengo.
Qué bueno es sentir que, a pesar de tantas cosas pasadas y vividas, el corazón tiene su luz y desea llegar a lo más hondo del alma, sembrar esa claridad en los otros, cruzar puentes, rozar el abrazo, desoír el resentimiento de muchos, callar...
Mañana será otro día.
Un abrazo grande.
Hasta el próximo mes de Marzo y gracias por comprar mis libros este mes. Me han sorprendido.