Septiembre
Pablo Neruda
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Eduardo Galeano
“La ausencia disminuye las pequeñas pasiones y aumenta las grandes, lo mismo que el viento apaga las velas y aviva las hogueras.”
Francois De La Rochefoucaul
Novela basada en hechos reales
EL AMOR EN LA GUERRA
¿Y después?
DOS MUJERES, UN DESTINO
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En primer lugar trataremos de describir a una persona, destacando sus peculiaridades físicas y psicológicas. Un retrato no demasiado extenso en el que el lector se pueda imaginar y hasta ver a ese personaje que estás describiendo. Para mí lo importante, más que lo físico, es la parte emotiva: sus alegrías y tristezas, amores, sueños por alcanzar, miedos, desilusiones... Ese aspecto la hará más realista, más cercana, y a la vez se podrán identificar con su lado positivo o no tan positivo. La vida no es "color de rosa" siempre. Lo ideal es buscar a una persona real y observar sus movimientos, la manera de mover las manos, la risa, los gestos, de qué se emociona y qué la pone furiosa... También todo lo negativo: la soberbia, la falta de empatía, el rencor, si es alguien que no reconoce sus errores, que no pide perdón... Todo suma.
Es importante también seguir un poco la línea literaria, aunque hoy en día no se use mucho.
Ejemplo:
“Florencia era alta, elegante, soberbia. Su tez era blanca,
de una palidez estatuaria. En sus mejillas, el rubor de adolescente manchaba
apenas aquella piel satinada.
Tenía la voz firme como eran sus
ideas, que explanaba sin dubitaciones, con la seguridad, a priori, de que
ninguna de sus opiniones podía ser refutada. Ese rasgo confería a su
personalidad un matiz antipático, de rechazo.”
❤
Los personajes, en general, de una novela pueden ser analizados desde el punto de vista de toda obra de arte:
════ ∘◦❁◦∘ ════
SEMBLANZA O RETRATO LITERARIO
Maestra del autoengaño, Manuela vivió siempre a la sombra de los demás porque le resultaba fácil y cómodo. Su carácter esquivo y sus rasgos pueriles la transformaban en una discípula de sus propios miedos.
Era una mujer de estatura mediana, cabellos castaños con rulos estáticos y ojos color del cielo. Se vestía como al descuido, con trajes regalados y pobres que no correspondían a su edad. Era sumisa y agradable, demasiado dadivosa y consagrada a los rezos como resultado de su estructurada educación religiosa. Ella creía que permanecía, por su propia voluntad, ajena a las miserias de los humanos.
En las tardes de invierno, tejía ponchos de oveja o de llama…; en su rostro se pintaban el candor y la suavidad, la sonrisa pura y confiada, la sabiduría de la resignación…
Quería refugiarse en su mundo de sentencias y de revelaciones porque su miedo iba en aumento y convocaba a sus fantasmas interiores que aleteaban como aves espectadoras de un probable exterminio. Esos temores le impedían crecer a pesar de haber “dado a luz” a dos hijas.
Manuela, la niña, en un tablón de andamio estaba por caer frente al tiempo y su crueldad, pisoteada por la injusticia, por el espanto y la impotencia.
El sexo, la separación, la infancia, un epígrafe, el cielo, su historia… eran símbolos que su mente guardaba para las pesadillas, cuando despertaba a los gritos en medio de las noches de lluvia, mientras la gata Máxima lloraba a sus pies.
Manuela, herrumbrada, cobarde…, quería ser cruel porque se consideraba desigual ante la maldad de ese destino, pero no era valiente como Dios se lo pedía en los sueños fragmentados. Su voz era dulce y recogida, sus gestos llanos…; existía la nobleza del dolor en la santidad de una mujer que no había manchado su espíritu con los pecados terrenales.
L.Fraix
Decir ‘lo siento’ es decir ‘te amo’ con un corazón herido en una mano y tu orgullo sofocado en la otra (Richelle E. Goodrich)
La Patria grande...
Violeta, de Isabel Allende
La épica y emocionante historia de una mujer cuya vida abarca los momentos históricos más relevantes del siglo XX.
Desde 1920 -con la llamada «gripe española»- hasta la pandemia de 2020, la vida de Violeta será mucho más que la historia de un siglo.
Violeta viene al mundo un tormentoso día de 1920, siendo la primera niña de una familia de cinco bulliciosos hermanos. Desde el principio su vida estará marcada por acontecimientos extraordinarios, pues todavía se sienten las ondas expansivas de la Gran Guerra cuando la gripe española llega a las orillas de su país sudamericano natal, casi en el momento exacto de su nacimiento.
Gracias a la clarividencia del padre, la familia saldrá indemne de esta crisis para darse de bruces con una nueva, cuando la Gran Depresión altera la elegante vida urbana que Violeta ha conocido hasta ahora. Su familia lo perderá todoy se verá obligada a retirarse a una región salvaje y remota del país. Allí Violeta alcanzará la mayoría de edad y tendrá su primer pretendiente...
En una carta dirigida a una persona a la que ama por encima de todas las demás, Violeta rememora devastadores desengaños amorosos y romances apasionados, momentos de pobreza y también de prosperidad, pérdidas terribles e inmensas alegrías. Moldearán su vida algunos de los grandes sucesos de la historia: la lucha por los derechos de la mujer, el auge y caída de tiranos y, en última instancia, no una, sino dos pandemias.
Vista con los ojos de una mujer poseedora de una pasión, una determinación y un sentido del humor inolvidables que la sostienen a lo largo de una vida turbulenta, Isabel Allende nos regala, una vez más, una historia épica furiosamente inspiradora y profundamente emotiva.
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OPINIÓN
Leer a Isabel Allende siempre es un placer.
Esta historia es bella y tiene su estilo, su sello, pero sentí, de alguna manera, que estaba leyendo uno de sus tantos libros. Los primeros me gustaron más.
En la novela, la protagonista cuenta su vida, empezando por la niñez, a "alguien". No quiero decir a quien porque es bueno que lo lean y se lleven la sorpresa. La narrativa tiene su impronta y es natural, pero esta vez noté que escribía desde otro lugar: más distante y frío. Demasiadas descripciones, páginas enteras con intensos detalles. Me costó emocionarme.
Habla también como siempre de las dictaduras; en este caso de la dictadura militar argentina. Ese tema no me gustó. Tema incompleto.
De todas formas, ella es una maestra y quien escribe necesita del aprendizaje que deja en sus libros.
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..."Las hadas no vienen del conocimiento ni de la literatura. Nada deben a la guerra ni a los caprichos biográficos. No son ideas ni siquiera apariencias. Pero en este terreno mágico no hay saber definitivo...
El olor a café es como la lluvia...
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