Mi pueblo

 


















Por la calleja gris
que al pueblo se entra...
se ve el campanario,
la cruz de la iglesia.

Con sus gualdas espigas,
la madurez de la tarde
susurra en el viento
su lluvia de penas.

Camino al retablo
solfea la luna,
la espera el candor
de la plazoleta.

Más acá de los pinos,
las granjas murmuran...

Más allá en los trigales
se ha quedado dormido
el cansancio.

Un gato y su sombra
le hacen guardia a la noche.

En la plazoleta
quedó la infancia desierta,
un poeta sin coplas,
un sol abrigando la siesta.

Por la calleja gris,
en semillas de hinojos,
galopan campanas 
buscando el perdón
en la fe de las almas.

-L.Fraix-

8 comentarios:

  1. ¡Cuánta ternura descriptiva y sugerida! Felicidades, Luján.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Me ha llegado hondo tu poema Luján

    En la plazoleta
    quedó la infancia desierta.

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  3. Gracias querida Francisco. Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. Nostalgia, solera entrañable y sentida...Por esas calles del pueblo, que se adormecen, que murmuran y nos dejan su eco y su historia siempre querida y viva, amiga.
    Mi felicitación por este poema, que habla de tus raíces y sentimientos, de tu grandeza interior.
    Mi abrazo entrañable y feliz domingo y mes de mayo, Luján.

    ResponderEliminar
  5. Los pueblos tienen esas magias, ese toque de nostalgia y de soledad, de silencio. Gracias querida María Jesús.

    ResponderEliminar
  6. ¡Qué recuerdos más bonitos de esas "callejas" que todos tenemos en algún lugar cercano!
    Un abrazo y gracias.

    ResponderEliminar
  7. Gracias Rafael, es cierto siempre nos invaden las nostalgias de algún lugar solitario. Un abrazo.

    ResponderEliminar