Tertulias de la abuela: la primavera




Entre pétalos chinos y duendes blancos
voy por el camino del encuentro...
Esta sensación de ser y de estar...
me trae hasta aquí para tomar
el té primavera
que en realidad no es té sino café para quienes 
gustan de él.


Esta tacita alemana es muy querida por mí
y me acompaña desde "Cien años de Soledad"...


...con la esperanza en un futuro que se detiene en el presente,
con la felicidad de compartir algo de aprendizaje...


...mucha magia, el niño que llevamos dentro, la calidez...


Las espero, con la inseguridad de saber,
más allá de las distancias,
cuál es el motivo que nos une...


...y descubro un lazo imaginario que irrumpe
en el alma para poblarla de mariposas...


que vuelan hasta un otoño de poemas.


Este cafecito del encuentro de todos los martes
es real y transporta la esperanza,
en un cielo que nos mira...


El 21 de septiembre es en Argentina el día de la primavera,
pero también se celebra el día del estudiante.


Detrás de todos estos libros:
"El amor en los tiempos del cólera",
"De amor y de sombra",
"La dama de las camelias,
entre otros...
están mis humildes laureles.


Este premio es el último que me otorgó
el Conservatorio Literario de Rosario-Santa Fe-Argentina.
por un poema clásico.
Le agradezco al profesor Rossi
todo lo que he aprendido en el curso
de Preceptor Literario.


MIS DÍAS DE PRIMAVERA

Era muy feliz por aquellos tiempos...
La esperanza invadía un mundo en donde la música
encontraba sus horarios,
era sensible y humilde,
espiritual...
Yo me abandonaba a las ideas intelectuales
con mi mirada pulcra de joven rebelde y solitaria.
Soñaba con una de mis grandes obras:
cincelar un amor verdadero
que llenara los huecos vacíos 
con la sabiduría del equilibrio.
Dibujaba poemas,
pintaba cuentos...
con un sentimiento único e irrepetible
y con el íntimo deseo de permanecer a la vera de los días,
razonablemente feliz...

Existía una historia demasiado adulta
que me esperaba entre libros y patios,
con un jardín de pétalos chinos y golondrinas.
Yo trazaba los recodos de mi casa colonial
y en la periferia de un arca
poblada de gatos me dormía 
para soñar junto a ellos...

Luján 1980