La nodriza esclava--Los fantasmas de la Torre de Londres (3ra parte)
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La nodriza esclava--Los fantasmas de la Torre de Londres (3ra parte)
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Luján Fraix
Luján Fraix
a la/s
febrero 20, 2018
Ana Bolena y Enrique VIII |
Los Tudor actuaban como monarcas absolutistas, pues
intervinieron en las elecciones para que las cámaras estuvieran formadas por
sus favoritos.
El absolutismo monárquico se vio fortalecido por la gran
disminución de la nobleza a causa de “La Guerra de las Dos Rosas” y por el temor y el odio
a Francia después de “La Guerra
de los Cien Años” que despertó el sentimiento nacional.
Inglaterra sufrió una profunda transformación económica y
social pues surgió la industria y se aplicó el proteccionismo.
Enrique Vlll cuando sucedió a su padre no había cumplido
todavía los dieciocho años; estaba casado con su cuñada Catalina de Aragón y
quería, según la teoría de Isabel, abandonarla por otra mujer.
La muchacha como “Celestina” de esos tiempos intentaba
averiguar las crueles ironías, las iras reales y los encuentros ficticios pero,
en definitiva, debía quedarse tranquila porque el rey era su superior y a él le
debía obediencia extrema. Dejó esa idea para otro día y se marchó a la aldea.
Isa se fue por el camino del cementerio junto a la iglesia.
Había dos sepultureros, de rostros níveos y glaciales, que se despertaron
cuando ella les gritó con todas sus fuerzas. Estaban descansando entre dos
tumbas.
Una sombra encapuchada la seguía en su recorrido por el
camposanto; ella no se animaba a mirar hacia atrás. El hombre no hablaba. Si
Isabel se detenía, él también lo hacía; llevaba un hacha en la mano. Cuando
regresó, les contó a los trabajadores lo sucedido… Cada uno tomó un bastón y
recorrieron el lugar, entre mausoleos prehistóricos y lápidas de piedra, pero
no encontraron a nadie. El espectro había desaparecido o quizá vivía en la
imaginación de Isabel; la parca siempre la buscaba porque quería hablarle como a los moribundos que, en
el minuto final, parecen estar en comunión con alguien que los llama en
silencio. ¡La enigmática muerte!, tan oscura para Isabel pero tan presente.
Los escépticos piensan que las apariciones existen sólo en
la mente de quienes las ven. Para ella esa ánima era la manifestación del alma
de todos los humanos muertos; tal vez una amenaza, un verdugo que la buscaba para
darle fin.
Isabel Law recordó que su madre Tate le relataba siempre
que Santo Tomás Becket fue asesinado durante una misa en la Catedral de Canterbury en 1170. Decían que volvía a
visitar la Torre
de Londres de la que era gobernador. Dos niños, el joven príncipe Eduardo V y
su hermano el Duque de Jork, asesinados por su tío Ricardo lll en 1483, se
paseaban por los corredores vestidos con túnicas.
El torreón de la fortaleza, la torre blanca, no había sido "encantada" por nadie. Según la tradición, cuando se construyó en el siglo X, se
practicó el sacrificio de un animal para alejar los espíritus maléficos.
Ese ambiente tórrido a Isabel la turbaba tanto que parecía
extraviada, herida y destrozada, como un mísero esqueleto sin identidad, muerta
después de una guerra o amante de su rey.
Se atrevió a mirar su propia sombra en la atmósfera
entumecida por las batallas personales. Su gracia era el consuelo y la balanza;
no había rivales, sólo debía procurar comida para los banquetes, limpiar el
oratorio, proteger embarazos ajenos y sin futuro, obedecer al varón
todopoderoso.
¡Isabel Law quería tener un bebé en sus brazos!.
De-----------La nodriza esclava (novela histórico-fantástica)
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Me encanta esta historia , es muy buena te mando un beso
ResponderEliminarMe da escalofríos el pensar en todo lo que tuvo que sufrir Catalina que fue una auténtica víctima de Enrique VIII y de la sociedad en la que vivía.Besicos
ResponderEliminarBuenas Tardes Lujan: Muy interesante esta novela histórica, siempre de la mano de una gran escritora tiene más emoción.Agradezco tu paso por mi espacio. Te envío un abrazo!!!!
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