El silencioso GRITO de Manuela




Todos los números del calendario los colocó sobre el papel virginal. Blanqueó los lunes para sentirse relajada, fuera de peligro, pero no podía desatarse... Se abandonaba a la melodía atroz del silencio donde se veía protegida; lo necesitaba, era oxígeno, savia, miel...

-No me pidan la fuerza que no tengo-les decía a sus hijas.


Manuela sólo escuchaba sus voces interiores, la fe que la sostenía, porque no sabía gobernar los tiempos ni su propia vida.

Era niña, nadie le había enseñado a ser valiente.

El silencioso GRITO de Manuela.

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8 comentarios:

  1. Siempre me llaman mucho la atención las imágenes que les pones a tus escritos.Besicos

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    1. Trato de jugar un poco con eso porque atrae de alguna manera y complementa. Un beso grande.

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    1. Gracias Citu, siempre dando vueltas con mis personajes. No los puedo abandonar. Un abrazo.

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  3. Desde bien pequeñas nos tendrían que enseñar a ser valientes Luján, muchas veces llegamos a ser adultas y aún no lo somos.

    Abrazos.

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    1. Es cierto, yo de niña era muy miedosa y a mi madre le debo la fuerza y energía que siempre me daba. La necesité muchos años después y se lo debo a ella. Me enseñó a ser valiente. Un abrazo.

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  4. El silencioso grito de Manuela perdura, Luján.
    Es una historia magnífica.

    Besos.

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    1. Es que yo sigo agobiando a la gente jaja. No puedo dejar los personajes. Gracias Verónica, viniendo de ti. Tú sabes... Un beso.

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