El jardín de la abuelita, de A. Bavio
Gabriel Nieto |
-Yo también jugué en un jardín hace muchos años-relata la abuela mientras se abanica.
Recuerdo bien sus flores, sus plantas, sus caminitos... Claro está que no era ni tan hermoso ni tan amplio como éste...
Al fondo, había una pared de piedras blancas; recuerdo la fuente con peces rojos y blancos y el caminito de lajas que tantas veces recorríamos con mi hermano.
Una de las paredes laterales, estaba cubierta por un hermoso jardín. Éste tenía las plantas preferidas de mi madre, pues estaba cubierto por estrellitas blancas muy perfumadas.
Jugábamos a las escondidas entre las matas de hortensias y los cedrones... Había dos laureles enormes: uno rojo y otro blanco... Y estaba el maravilloso naranjo que nos deleitaba con el perfume de sus azahares y con sus frutos de oro.
En el jardín pasábamos las mejores horas del día, mientras nuestra madre, ocupada en sus quehaceres de la casa, nos vigilaba de a ratos desde la ventana rodeada de madreselvas...
Relato del texto
"Acuarelas"
de A.Bavio