Perder el Alma. Me deben una vida...



Parte II de "La trama del Adiós"
(Se puede leer de manera independiente)
*

LA FUGA
AMOR DE MADRE
¿CULPABLE?

La vida, a veces, nos obliga a usar una máscara.
Es que somos vulnerables frente a la soberbia cuando nos sentimos avasallados.
Resistir es la palabra.

Susan lo hizo. Años de batallas frente a los verdugos incansables que arremetían sin piedad frente a sus ojos tristes. Ella no reclamaba, no discutía, porque no debía…
Si la echaban a la calle tendría que volver a su jaula virginal a deshojar margaritas: pobre, lejos, exiliada.
Ella soportaba la penitencia, los gritos y los agravios, sin inmutarse y sin despertar sospechas. Parecía feliz y orgullosa de ayudar, hasta que se dio por vencida.

En su propio mundo de cuatro paredes, pensó en un plan con las pocas armas que le ofrecía ese entorno asfixiante. La cabeza le estallaba frente a los dardos que, a diario, debía soportar cuando la falta de aire la obligaba a buscar refugio en las lágrimas.

¿Se puede soportar tanto destrato?
Susan no se consideraba culpable.
*
Perder el Alma
Me deben una vida...