"Las herederas de la Singer", de Ana Lena Rivera

 


" La vida se convirtió en una sucesión de días tristes, con su madre diciéndole todo lo que hacía mal en las interminables horas que pasaban cosiendo juntas y con dos hermanos que, lejos de suponer un alivio, sólo  le daban trabajo pues, como correspondía en aquella época, era ella la que les lavaba la ropa, les preparaba la comida y limpiaba lo que ensuciaban."


"Roberto fue el gran amor de Florita, el más puro, el más intenso, y el único incondicional. Se llevó con él el corazón de su madre para mantenerlo a salvo, que a base de amor del bueno quedó convencida de que con los hombres era mejor ser querida que querer. Por eso, Florita pasó el resto de su vida dejándose querer."


"Las cosas que pasan más desapercibidas son las que se hacen a la luz del día."


Las herederas de la Singer, de Ana Lena Rivera

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