Retratos literarios: Manolo
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El silencioso grito de Manuela---Luján Fraix,
personajes de novela
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Luján Fraix
Luján Fraix
a la/s
enero 02, 2018
MANOLO FUENTES (Segundo esposo de Letizia, hija de Manuela)
Lejos, se escuchaba el llanto de un
niño. Manolo sintió un latido punzante en el corazón porque no se trataba de
una criatura sino de un gato. Era un gemido de desconfianza y de abandono. Así
aullaba la gata Máxima cuando alguien fallecía en la casa vieja.
Letizia se asomó por la puerta del
cuarto vestida de oscuro como siempre, con los hombros vencidos y la aspereza
en su mirada. Manolo, al verla, se impresionó mucho porque no quedaba nada de
la mujer seductora que él había conocido. Paseó la vista por los inquilinos
que, inmóviles, lo observaban con temor a mostrar el aturdimiento.
Ella se veía maternal a pesar de su
aspecto pero tremendamente distante; por momentos, parecía una religiosa
abandonada al silencio de las abadías y por otros una hechicera, tal vez, un
ser aberrante que oficiaba misas negras en una ermita o bajo los montes.
-Que el señor os guarde-dijo y
Manolo dio un paso atrás con deseos de escapar de ese lugar centenario para
morir en algún lodazal.
Socorro ya restablecida salió a su
encuentro.
-Llévesela, está loca, no la
queremos acá…
Manolo no respondía; la noche se
acercaba… Sonrió dejando de lado todo formalismo. Avanzó sin hacer ruido entre
las plantas cactáceas hacia Letizia. Ella lo miraba pero no lo conocía; a la
luz de la vela de cebo, bajo el alero, sintió su perfume. Era incapaz de hablar
porque no se acordaba de él y Manolo, con las manos temblorosas, sólo le tenía
miedo a esa mujer diferente que lo inquietaba; parecía pérfida pero tranquila.
-¿Cómo está mi madre?-le preguntó.
(fragmento)
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Manolo Fuentes era un ser ambiguo que se había casado con Letizia para heredar su fortuna; lo cierto, era que para que ocurriese tenía que morir Manuela y Julián y para eso faltaba ... aunque nunca se sabe. Él, después de un breve tiempo, abandonó a Letizia por otra pareja, pero tenían un hijo: ese niño los unía a pesar de la locura de ella y de la frivolidad de él.
Manuela no lo quería, lo repudiaba por su conducta pueril, pero lo necesitaba porque debía ayudar a encontrar a su hija, insana, que se hallaba perdida. Manolo ya no le importaba nada de esa familia pero lo hacía por su pequeño Antonio que merecía estar cerca de su madre. Letizia ya no era libre.
------------------------------De El silencioso GRITO de MANUELA.
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Tienes a desarrollar genial a tus personajes te mando un beso
ResponderEliminarGracias Citu, ya te voy a visitar. Acá hace un calor tremendo y estoy medio melancólica. Besito.
EliminarTe dejo un abrazo después de leer las cosas de Manuela, escribes tan bien.
ResponderEliminarGracias mi querida amiga. Besitos.
EliminarSonrío, querida amiga, porque tienes ese don de llenar de imágenes y sensaciones al lector.
ResponderEliminarTe deseo de corazón, éxitos.
Besos.
Gracias Verónica, me gusta mucho hablar de los personajes de la novela. Me divierte. Gracias por tus buenos deseos. Un beso grande.
EliminarCada vez me gusta más. Un beso.
ResponderEliminarGracias mi querida Teresa. Un beso enorme.
EliminarQue bien escribes Luján seguro que tu libro tendrá un gra éxito pues te lo mereces.Besicos
ResponderEliminarGracias Charo pero yo no me tengo mucha fe amiga. Besitos
EliminarOtro buen ratito con tu estupendo libro, que lo pases feliz.
ResponderEliminarGracias mi querida Mari-Pi. Besito.
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