Rosa Montero






Por Alejandro Duchini


Rosa Montero nació en Madrid el 3 de enero de 1951. En 1979 publicó su primera novela: "Crónica del desamor".

Otros títulos:

"La hija del caníbal"
"El corazón del tártaro"
"Instrucciones para salvar el mundo"
"Lágrimas en la lluvia"



"No sé cuáles son las cosas que más me marcaron en la vida. Todo te marca.
Lo de Pablo ha sido lo más importante".


Confiesa sobre la muerte de su marido, el periodista Pablo Lizcano, tras una larga enfermedad, el 3 de mayo de 2009, a sus 58 años. Lo que viene; un programa de TV "Dictadoras" que trata sobre las parejas de Adolf Hitler, Benito Mussolini, Joseph Stalin y Francisco Franco. 


"Viajamos por Alemania, Italia, Rusia. 
El programa consiste en mirar la relación de los dictadores con sus mujeres
y amantes y mostrar qué lugar ocuparon ellas en esas dictaduras.
Por ejemplo, Mussolini decía que las masas
y las mujeres están hechas para ser violadas", sintetiza.


"Lo intenso es alcanzar la ligereza, vivir el presente con intensidad,
con liviandad y serenidad.
Pero lo más importante que busco es la serenidad.

***

Lo primero que tienes de un libro es un germen,
la pequeña idea movilizadora. 
Luego, descubres cuál será la voz narrativa, si va a tener diálogos. 
Uno intenta atrapar esos sonidos, como si fuese una canción
que trae el viento y uno cree poder atraparla.

***

Antes aspiraba a la grandeza y me di cuenta de que es una trampa
y que te hace depender de los otros.
No es algo mío.
Ahora aspiro a la libertad, a esa serenidad, a una vida intensa, sosegada
y feliz.
Pero una cosa es saber las cosas y otra, aplicarlas a la vida cotidiana.


Lo único seguro de este mundo es que nos vamos a morir.
Conquistar imperios, hacer guerras, levantar bancos, hacer el amor,
asesinar, tener hijos...
todo lo que hace el ser humano es contra la muerte.
Pero a mi me encanta la vida. Soy una vitalista total.

***

Vivimos exigidos por la mirada de los demás.
Pero es imposible vivir sin esa mirada.
Es difícil, pero hay que intentar liberarse de esa exigencia.
Tenemos que buscar nuestro verdadero deseo
en lugar de vivir para cumplir los deseos de los otros.
Es difícil saber qué desea uno para sí mismo.
Te pasas la vida creyendo que quieres ser médico porque tu padre
te lo ha inculcado y quizá querías ser zapatero.
Hay que saber cuál es nuestro deseo y cuál es nuestro lugar
en el mundo, que es lo mismo.
La mirada de los otros como testigos y compañeros es esencial,
pero de lo que hablo es de no rendir
el propio deseo a la exigencia del otro."

Rosa Montero