Aluen. La colonización de la Patagonia argentina. Los indios tehuelches (Introducción)
SINOPSIS
-La colonización de La Patagonia
argentina-
-Los indios tehuelches-
Había una vez… una patria olvidada que se transformó en un
nuevo hogar para muchos aventureros del mar. Sabían de los vientos y del frío,
del peligro de enfrentarse a los pueblos indígenas, pero nada fue un obstáculo
para hallar un horizonte para sus hijos.
¿Quiénes habitaban esas tierras?
La historia de Aluen-india tehuelche-es el reflejo de la
lucha y la superación, de la soledad y del respeto por los ancestros.
Ella sufrió el acoso y tuvo valor, le robaron a un hijo y
encontró el amor en Pedro Medina en Fuerte del Carmen, un soldado del cuerpo de
Artillería.
Aluen fue víctima, pero desafió a su tío Namba, cacique
tehuelche, en busca de su hijo.
¿Cómo se actúa frente a una situación límite cuando todos los
que dicen quererte y prometen ayudarte, de repente, desaparecen?
Ella enfrentó a los colonizadores y a los hombres de su misma sangre.
¡Vencida jamás!
LA PATAGONIA ARGENTINA
INTRODUCCIÓN
Para
reafirmar sus derechos sobre las tierras de América, España envió sucesivas
expediciones al Nuevo Mundo. La tentación de la aventura, la ilusión de lo
desconocido, convirtieron así en improvisados colonos a muchos hombres que se
lanzaron a la conquista.
La
ocupación del extenso territorio americano se fue haciendo lentamente y muchas
veces al precio de la sangre derramada: de los europeos y de los nativos que no
querían ceder lo suyo.
Al mismo tiempo que los conquistadores, llegaron a América los sacerdotes católicos dispuestos a difundir los principios de la fe cristiana. En su misión evangelizadora, contribuyeron a iniciar a los aborígenes en el conocimiento de la lengua española, con la cual se suavizaron, en parte, las relaciones entre conquistadores e indios.
Los misioneros, pertenecientes en su mayoría a la orden de los jesuitas, establecieron en el Nuevo Mundo pequeñas poblaciones en las que vivían grupos de familias indígenas. Allí se enseñaba a los nativos a cultivar el suelo, a criar animales domésticos y también a desempeñarse en industrias sencillas como la alfarería, la curtiembre, el tejido, la orfebrería…
Con
los años otros fueron los navegantes que se arriesgaron a pisar el suelo
argentino.
La
opresión inglesa los empujó al mar en busca de un sitio donde cultivar
libremente su lengua, su religión y sus tradiciones. Alentados por un informe
del capitán Fitz Roy-aquél que espió las costas americanas en compañía de
Darwin-eligieron el valle inferior del río Chubut (corrupción de “Chupat”
nombre tehuelche).
El
grupo inicial llegó en 1865 a bordo del bergantín “Mimosa”. Lo integraban
ciento cincuenta hombres, mujeres y niños, provenientes de casi todos los
condados de Gales. Había desde picapedreros hasta maestros de escuela,
tipógrafos y farmacéuticos.
Con
estos pioneros arrancó la primera colonización perdurable de la Patagonia
argentina, tres lustros antes de la Conquista del Desierto, cuando los indios
dominaban el territorio y la población más austral era Carmen de Patagones.
Años después, el aporte de nuevos inmigrantes sumó cinco aldeas al primigenio
Trerawson (pueblo de Rawson-homenaje al ministro que apoyó la aventura) y llevó
la Nueva Gales del Sur hasta el país de los Andes.