Aquel beso de la abuela Juana...
La abuela Juana solía esperarme todos los días,
yo la veía haciendo su acostumbrado dulce de ciruelas,
estaba triste,
decía mi padre que lloraba...
Yo soy igual, muy sensible.
Ella siempre me regalaba algo:
jazmines, rosas, uvas de la parra...
me tomaba el rostro entre sus manos
y me decía:
-Preciosa...
y me daba un beso.
Luján Fraix