Café de Hansen. Buenos Aires y sus tiempos viejos

 


Frente al mutismo del ambiente donde sólo se oía el ritmo del reloj, Tomasa soñó con un patio interminable rodeado de nieblas como si fuera el paraíso y una puerta al final donde ella quería llegar para salir a la luz porque las cenizas la cubrían y le nublaban los ojos hasta que quedó ciega. Cuando ya no vio nada, se sentó en el piso. Pensó que allí, detrás de esa puerta, se hallaba el sol, pero sólo encontró una noche cerrada.

Se despertó angustiada de ese sueño raro.

Miró el reloj: las tres de la mañana. Era temprano para levantarse. Julia no la obligaba a madrugar.

“¿Habrá vuelto?”, pensó.

El silencio era contudente.

 

“Las grandes elevaciones del alma no son posibles sino en la soledad y en el silencio”.

                                Arturo Graf

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CAFÉ DE HANSEN
Buenos Aires y sus tiempos viejos.
------------------------------Las calles de Buenos Aires, los suburbios, La mujer de la noche, El tango, lo de Hansen.

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