La vocación----Feliz día del escritor
LA VOCACIÓN...
Nadie habla de un tema vital para muchos, especialmente para mí. Encuentro guerra de "egos" en las redes sociales disputándose el primer puesto de ventas de libros y me pregunto tantas cosas. Pareciera que en este mundo del ARTE Y DE LAS LETRAS lo más importante es competir...
¿Y LA VOCACIÓN?
¿CONOCEN QUÉ SE SIENTE
DENTRO DEL SER CUANDO NOS LLEGA SU MENSAJE?
Ella se anima a desafiar nuestra tranquilidad y nos persigue; aunque le demos la espalda, aunque la ignoremos... Nos acompañará siempre hasta el final de nuestra historia.
PARA QUÉ?
Para darnos felicidad. LA VOCACIÓN (así lo decía García Márquez) es algo innato; venimos a esta tierra con esa misión. No tiene que ver con el egoísmo ni la competencia, no destruye sino que engrandece, no es mezquina porque comparte... ES HUMILDE.
PARA ADMIRAR A OTRO"
decía Ernesto Sábato.
Yo comencé a escribir a los 8 años después de haber leído muchos libros. Escribía cuentos de hadas llenos de errores de ortografía. Más tarde, seguí con mis estudios primarios y secundarios aprendiendo un poco más. Recuerdo que la hermana MARÍA DE LAS NIEVES me decía:
-Tú vas a ser escritora porque usas palabras que otros niños no utilizan. Me imagino que lees mucho?
Yo sentía que tocaba el cielo cuando me elogiaba así. Cuando terminé el secundario intenté seguir Abogacía pero no logré ingresar a la Universidad porque los cupos eran limitados. Seguí escribiendo poemas de amor frustrados hasta que me decidí por el profesorado de Letras. Recuerdo que llevaba mis cuentos a las clases, pero nadie me los pedía... Era la única que escribía. Todas querían ser profesoras. Finalmente, abandoné por un ataque de pánico y lloré mucho. Eso me sirvió de experiencia aparte de que aprendí mucho sobre gramática, escritores y pintores. Pude desplegar mis argumentos cuando rendí HISTORIA DEL ARTE porque me dieron para analizar pinturas. Fue un éxito y me sentí feliz.
Por esos años empecé a enviar mis cuentos a concursos literarios (no existía internet) pero yo no me sentía conforme, pensaba que me faltaba aprender y fue cuando decidí anotarme en un Taller de Narrativa. Fue tan enriquecedor, aprendí mucho, me relacioné con gente de las letras, publiqué en diarios, revistas, antologías compartidas, recibí premios... Todo impensado para mí, perdí noción del tiempo y sentí que esa VOCACIÓN que tuve desde niña estaba dando grandes pasos. No existían metas, lo importante era el presente: la experiencia.
Ellas insistieron para que publicara mi primer librito de poemas AMOR VERDADERO (poemas, 2000). No pensé nunca en venderlo, "el libro tiene que circular", decía Susana, mi profesora. Y fue así, que lo utilizaron como material de estudio en los colegios y me abrió puertas para ser jurado de eventos y ganar luego el premio del Museo de la ciudad y del ministerio de Cultura; una plaqueta ubicada en el monumento a LAS MADRES en mi localidad.
Publiqué tres libros más "MOLINOS DE VIENTO" (cuento, 2002), "SEPTIEMBRE" (poemas, 2007) y "EL SILENCIOSO GRITO DE MANUELA" (novela, 2017) No contenta con ello me anoté para estudiar de Preceptor Literario en el Conservatorio L. de Rosario. El profesor Rossi decía que cuando leía mis poemas le recordaban a Sor Juana Inés de la Cruz.(Oh...querido profesor) Él era fiel custodio del idioma y su curso se basaba en la escritura clásica. Allí aprendí a escribir todo tipo de poema con métricas totalmente desconocidas para mí.
Por eso digo que se puede ser escritor de muchas formas, todo es relativo: no existen códigos ni reglamentos ni pautas a seguir.Yo fui por el camino del estudio porque me permitió adquirir confianza, seguridad... aunque venda pocos libros, no me importa. Conozco amigas que recorren ciudades presentando sus libros, que luchan por alcanzar un lugar...
Cuando LA VOCACIÓN te abraza
no importa dónde puedas llegar, tú sabes cuáles son tus límites y ambiciones,
con qué eres feliz.
Nunca la abandonas pero duele cuando a veces
te subestiman, te encasillan o le quitan mérito a tu manera de manejarte
en el mundo de Las Letras.
Lo mío no es competencia ni negocio.
NO OLVIDAR QUE EL ARTE ES SUBJETIVO.
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