El silencioso GRITO de Manuela




VII

Nació Lucía con un tulipán debajo del brazo. Letizia ama de las plantas, de los pájaros y de los gatos, no quiso que su esposo la conociera. Sin embargo, José solía trepar los almendros tropicales del jardín para observar a la beba con su madre. Desde lejos, le parecía algodonada e inmóvil, sin la milagrosa risa de las criaturas comunes. Lucía era extraña igual que Letizia, eso lo perturbaba por las noches cuando el humo del cigarrillo se mezclaba con el ladrido de los perros y el ron. José quería aclararse la voz con té de malva, pero cada vez se le tornaba más áspera.

Para José Lucía era un bebé incompleto, un angelito con ojos de tristeza y blancura de nieve. ¿Había vuelto Encarnación o se trataba otra vez de Rocío?

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Imagen de Zena Holloway

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14 comentarios:

  1. Siento curiosidad por Lucia un bebé sin sonrisa, como opina José muy extraña.

    Abrazos Luján.

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  2. Es una de tus mejores novelas , ten una buena semana

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    1. Ay... gracias Citu. Nunca pensé eso de esta novela. Es peculiar diría un amigo. Besos

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  3. Precioso y muy sugerente tu texto, Luján.

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    1. Gracias querido Francisco, así es esta novela: extraña. Besos

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  4. Me has dejado bastante intrigada.Besicos

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  5. es un placer leerte Lujan en Lucia su cristalinos eran la nieve y en ella estaba la vida ...mis saludos y un fuerte abrazo. jr.

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    1. Hola José Ramón. Gracias por tu comentario, así era Lucía: una niña ángel. Besos

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  6. Un relato muy interesante y entrañable. Me recuerda al naturalismo español, cuyas novelas eran cercanas y relataban la vida cotidiana de las provincias, Luján.
    Gracias por traerlo, amiga.
    Mi abrazo y feliz semana.

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    1. Bueno a mi gusta hablar sobre la psicología de los personajes y los problemas sociales, por supuesto desde la ficción. Acá le llaman novela costumbrista cuando narra la vida cotidiana. Voy por ese camino y mezclo historia, pero fundamentalmente me gusta el interior de las personas y su problemática. Es tan vasto todo. Besos querida María Jesús.

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  7. Ese bebé me llena de ternura.
    Lo describes en una pincelada y dices tanto, querida amiga...

    Besos, Luján.

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    1. Gracias Verónica.
      Me gusta recibir tus consejos, sabes tanto...
      Un abrazo.

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