Diciembre
Ya llegó DiciemBre, parece mentira... El tiempo no detiene su vuelo.
Recuerdo hace seis años, por estos días, mi padre iba a partir. Y yo allí siempre juntando fuerzas, sacando energía de cualquier parte para salvarle la vida. Es que no queda otra alternativa cuando uno es solo, no tiene hermanos, y obligatoriamente necesita hacer frente a la adversidad. Y todo llega... y todo pasa... así es la vida. Por eso yo siempre pienso en la resignación como forma de sobreponerme, dejando siempre los lamentos atrás porque determinadas circunstancias ya no se pueden cambiar.
De esos momentos duros, me queda una enseñanza. Hay que vivir el hoy, disfrutar sin culpas, hacer aquello que nos haga feliz. Nada de dejar para mañana... nada... Mis padres lo hacían y se fueron sin la alegría de poder haber sido lo suficientemente felices, quizá lo fueron a su manera.
La Navidad me llega cargada de ausencias, de grises, de falta de esperanzas..., como a muchos, y eso me hace perder el equilibrio y dejar que celebren otros mi propia Navidad. La mía, la auténtica, era aquella que tenía la inocencia en su barba blanca y un trineo cargado de amor que me mostraba sus horas cansadas de tanto regalar abrazos.
Mi espejo me dice que mi sonrisa está apagada pero que vive... y eso ya es mucho para mí
L.FRAIX