Miedo a sufrir y a crecer... miedo a la libertad.

 




El miedo a la libertad.
Manuela era una mujer atada a prejuicios ancestrales, a unos padres sobreprotectores que no la dejaron crecer y cuando tuvo que dar el paso, ese paso de niña a mujer se tuvo que casar... Eligió un hombre con carácter para seguir caminando bajo sus alas.

Una vida fácil no quiere decir que sea dichosa.

Manuela se aferró a los rezos como única salida. La libertad, la calle, soltar las cuerdas... era para otro; ella no lo necesitaba y sus hijas tampoco. Necios pensamientos, torpes reclamos, llantos de infantes, la llevaron a cometer errores imperdonables.

El silencioso GRITO de Manuela
Eternamente Manuela