Un silencio que me abrigue...



MarZo...

En otras épocas me preparaba para ir al colegio... no veía la hora de que llegara el momento. Después a los tres o cuatro días ya estaba aburrida pero sabía que ése era mi deber en la vida. Luego vino el secundario y el Terciario y siempre sentí esa responsabilidad. "Ella tiene que estudiar", decía mi mamá cuando mi papá hablaba de enviarme a recorrer sembrados y hacer cuentas matemáticas subida a lo alto del molino de campo.

Cuántos sueños quedaron debajo de aquel sauce y hoy soy una persona que siente que aquella paleta de colores se ha puesto gris como quien viene de recorrer la vida cansada de tanto andar. Atrás quedaron las voces de los seres amados y yo, huérfana, necesito un rumbo para orientar la brújula, dejar de someterme al criterio ajeno, aprender a decir NO y recuperar el orden interior.

Sé que no es fácil, también sé que a estas alturas la paciencia se ha terminado y cuando no hay empatía del otro lado busco un silencio para abrigarme porque en él siento que todavía queda algún abrazo para compartir...

L.Fraix