Finis Mare, de Felicidad Batista


¿Quién es Miranda Valdivia?

Es la pregunta que, incansable, me repito. Busco una respuesta que me ayude a desentrañar su misterio. Quizá una vez revelada pueda comprender el mar de silencio que nos envuelve, la niebla que nos cubre, el laberinto que nos atrapa». 


Felicidad Batista se adentra, en las páginas de Finis mare, en cada uno de los pasadizos de sus personajes, excava galerías y desciende a los pozos que los habitan. Y en ese recorrido, por túneles y madrigueras, busca el hilo de Ariadna y trata de encontrar la luz de la salida.

Una prosa de calado poético —salpicada de acertados recursos retóricos y lúcidas expresiones en latín y en gaélico— baila al compás de la música de los años ochenta para dotar a esta novela de sustanciosas reflexiones, todo ello a través de una trama irresistible que nos atrapa, sin concesiones, mientras nos traslada a Argentina, Inglaterra, Irlanda, Cuba, pero sobre todo a Bórcor, esa tierra imaginaria que ya aparece en obras anteriores de la escritora y que no puede ser otra sino su natal Arafo.


FINIS MARE de Felicidad Batist