De Martha Eloísa Darío
A Luján Fraix
El oficio de ser una sombra frágil-legado incansable de ausencias y de encuentros-, merodeando su acostumbrada periferia en el olvidado universo del apenas vivir...
La muchacha tímida, de cabellera lacia y rubia, envuelta en la palidez de un rostro triste y ausente, engarzaba como perlas, prosa y poesía.
Pude verla tras sus ojos oscuros, sumergida en su imaginación, invocando lejanas circunstancias de sus antepasados y tejiendo las historias de su abuela francesa que su padre solía contarle.
Pude verla flotando en sus sueños, escribiendo con su diccionario al lado, con la intención de plasmarse un horizonte color jade, por encima de ella misma.
Mas, de cuando en cuando, la traicionera melancolía la asaltaba como un destello y se adueñaba de su yo inconsciente, transformándola, apagándola... como se apagan los girasoles cuando muere el sol en las tardes de verano...
ESO PARECE QUE FUE AYER
Pero pasó el tiempo y un día-no muy lejano-decidió romper con la esclavitud que la mantenía cautiva de sus deseos más fuertes.
Y eligió ser dueña de sí misma, de aquellas letras que fueron su sostén desde hacía tantos años!
Claro es que sintió el llamado "Talitakum", "niña, levántate y vete", en la palabra del Señor... y decidió cambiar su rumbo hacia nuevas reflexiones con su estilo más firme y definido.
Pisando fuerte, se fue lejos esta vez con su vuelo libre de culpas y cargos, de trampas, de declives, hasta poder palparse ella misma en el horizonte de sus escritos y encontrarse en el destino de la cima.
Tras el asombro de la duda,
nace la certeza.
Por ello,
sólo necesitabas
ser dueña de ti misma;
salirte de la nada,
y ahondar en el abismo;
mecer tu soledad
y caminar los pasos del tiempo.
Sólo necesitabas...
comprender lo que querías,
liberarte de interrogantes
y dejar de ser la prófuga
de tus propias palabras.
Sólo necesitabas...
regar tus anhelos,
sobre las hojas en blanco
mirándote el alma por dentro...
Sólo necesitabas...
liberarte de los miedos
y romper con los prejuicios
que paralizan los sueños...
Sólo necesitabas...
recomponer tus alas
y aletear hacia el azul
en búsqueda de cimientos nuevos
para refugiarte en las palabras
de tu propio yo auténtico.
Martha Eloísa Darío
Mayo, 2001
Esta "joya literaria" la guardo como un tesoro pues me la ha dedicado mi amiga y compañera del Taller "Encuentros" hace años Martha E. Darío ( bisnieta del célebre escritor nicaragüense RUBÉN DARÍO).
Me sentí muy honrada de que ella me haya obsequiado estas palabras; un ser admirable, humilde, encantador, una hermosa persona que conocí y con la que tuve el placer compartir tardes inolvidables en el Taller.
Fue una de las épocas más felices de mi vida en donde aprendí mucho sobre escritura pero también lecciones de vida. A Susana (profesona y amiga) le debo lo que soy (mucho o poco, no sé...) pero ella fue artífice de un destino que yo ya había marcado desde mis 8 años pero que ella se encargó de orientar, de sostener, de enriquecer...
Gracias Martha, un honor para mí recordar este poema.
Ella escribió un libro que se llama:
MIS PAISAJES INTERIORES
"La poesía no tiene límites como el alma no tiene límites y no tiene formas, como no tiene formas la belleza, los límites y las formas están en el espíritu, en las visiones de los paisajes, tanto del alma como de la tierra. La poesía no está en las letras, sino en el espíritu de la poesía, en decir en la verdadera poesía."
Enrique de Gandía