Entrevista Literatura Angora-Luján Fraix



Lujan fraix


J. M. Angora: Actualmente… ¿estás escribiendo algún libro nuevo? Y ¿qué nos podrías decir sobre ello?

Luján Fraix: Actualmente terminé de escribir una nueva novela. Todavía no tiene título porque estoy haciendo las revisiones y el título siempre lo busco al final. Es lo que más me cuesta trabajo. La novela es histórica como casi todas las mías pero no puedo decir más nada porque pienso enviarla a una editorial y para eso debe ser inédita. Yo sé que volverán a decirme que mi novela no es viable pero yo sigo insistiendo. Soy una persona que agota todos los recursos. Siempre he sido así. Tengo otra novela también inédita que envío a concursos y editoriales.

J. M. A.: ¿En qué te sueles inspirar para crear una historia?

L. F.: Me inspiro en las personas reales. Soy muy observadora y me interesa el perfil de cada uno: sus alegrías, carencias, amores, miserias… Tenemos tanto que contar que me parece atractivo desentrañar lo que cada uno guarda en su ser íntimo. Algunos personajes son ficticios totalmente como Isabel la protagonista de La Nodriza esclava. Los demás están inspirados en personas que conozco… Cada uno es único y me resulta muy entretenido hablar del aspecto psicológico de los personajes.



J. M. A.: Cuando escribes… ¿sueles escuchar música de fondo? O ¿te gusta estar en silencio? 

L. F.: Soy una persona solitaria y silenciosa. Escribo en mi escritorio o en la mesa del comedor, siempre tiene que haber espacio porque leo libros, busco información, todo lo que me pueda aportar a la historia y uso mucho el diccionario común y el de sinónimos. Escribo en silencio, de noche y en un cuaderno.


J. M. A.: ¿Con qué género literario te sientes más cómoda a la hora de escribir?

L. F.: Me gusta escribir sobre historia, pero mis novelas son todas diferentes y casi ninguna entra dentro de un género. Tengo una contemporánea y la gente mucho no le gusta; prefieren las historias de época como Buenas y Santas… o La abuela francesa que habla de los inmigrantes suizo-franceses que llegaron a Argentina a buscar su porvenir aproximadamente en 1860. La abuela francesa es una novela inspirada en mi familia: cuatro generaciones. La escribí con el sentimiento de una bisnieta que ama la tierra como ellos tratando de transmitir emociones, que es lo que en definitiva todo arte debe mostrar para llegar a la gente.


J. M. A.: Con respecto al libro de “Buenas y Santas...: Los hijos olvidados” ¿cuánto tardaste en escribirlo?

L. F.: La empecé en julio de 2017 y la terminé en marzo de 2018. Era para el Premio Literario de Amazon y estaba apurada porque tenía que hacer las correcciones antes de Julio. No fue una novela que tuviera que investigar mucho porque no habla de la historia sino de costumbres rurales de la época. Es el tema que más conozco porque crecí entre el campo y el pueblo.

Por lo general, las historias las escribo en un año o menos pero las mías apenas pasan las doscientas páginas. No me gustan los libros extensos porque se dispersa mucho, a mi gusto, el tema central y a mí me interesa centrarme en eso y que resulte prolijo todo. Soy igual cuando leo libros; si existen demasiados personajes e historias internas me pierdo. Me pasó con el libro de Isabel Allende Más allá del invierno que mezcla política y eso hacía que salteara las páginas porque esa parte ya la conozco. La ha contado en casi todos sus libros.


J. M. A.: En referencia a la pregunta anterior, al ser una novela ambientada en 1910… ¿te tuviste que documentar sobre la época?

L. F.: No mucho porque la novela habla de las costumbres rurales, no de episodios históricos. Sí, tuve que investigar cómo se vestían, los carros que usaban, la forma de hablar. Hay una parte que habla de París, allí sí fui a algunos libros para ubicarme un poco en París de aquella época: sus calles, sus viviendas, el ambiente, hasta los objetos. Cuando leo me gusta saber todo eso, soy muy detallista, y es por eso que cuando escribo trato de exponerlo también.


J. M. A.: ¿Por qué decidiste ser escritora? Y ¿Qué escribiste la primera vez?

L. F.: A los tres años ya tenía libritos de cuentos que no podía leer porque no sabía. Mi madre me los leía y yo ya sabía las letras y los escribía todos, luego hacía que leía. Los libros siempre me gustaron más que los juguetes y a los ocho años ya empecé a escribir mis primeros cuentos de hadas. “El príncipe y la flor” fue mi primer cuento, luego seguí con historias de fantasmas, de todo… Ser escritora siempre fue algo inalcanzable, yo escribía porque me daba felicidad (como ahora).

Cuando terminé el secundario quise estudiar abogacía y después me incliné por el profesorado de Letras para estar cerca de los escritores en tertulias, charlas, conferencias, etc. No imaginaba que yo pudiera publicar y que pudiera llegar a algo. No me considero escritora. Estudié de todo pero porque me gustaba, me apasionaba estudiar y también presentarme a concursos, publicar mis libros de poesía. Todo sola. No tenía otras expectativas porque pensaba que nunca iba a llegar. Con internet ahora es todo diferente. Por lo menos alguien me lee aunque sean pocos.

J. M. A.: ¿Hay alguna parte de alguno de tus libros que te costara trabajo redactar porque no sabías cómo continuar con la historia? Y ¿cómo te vino la inspiración?

L. F.: No porque la historia la tengo armada en la cabeza y a medida que voy escribiendo me van surgiendo cosas. A veces, no tengo inspiración pero al rato sigo… Lo que utilizo mucho es el diccionario. Leo palabras y eso me ayuda a arrancar. Contaba mi profesora de taller que un escritor argentino llenaba un frasco con palabras y las iba sacando de a poco y así armaba las oraciones.  Yo necesito disparadores, luego sigo sola. Me enseñaron a hacerlo en el Taller de Narrativa como un recurso más.


J. M. A.:  ¿Qué familiar te dio ánimos para que siguieras escribiendo nuevas historias?

L. F.: Yo siempre hice todo sola. Mi madre le gustaba mucho leer y mi padre también pero menos. Mi inclinación por la escritura es innata, me vino con los genes, tal vez de algún antepasado. Mi madre fue la que me impulsó a seguir siempre, ella leía todo pero sabemos que las madres no pueden ser objetivas. También mi profesora de Taller Susana y mi profesor del Conservatorio Lírico. Él decía que cuando escribía poemas religiosos parecía sor Juana Inés de la Cruz. El profesor me tenía estima y me consideraba su mejor alumna. Está mal que lo diga yo pero así era.


J. M. A.:  Sabemos que te gusta escribir poesías, ¿hay alguna que te guste por algo en especial?

L. F.: La poesía no es lo mío, siempre escribí cuentos. Cuando iba al Taller me empujaron a hacerlo y luego me pareció que era una buena forma de expresar sentimientos. Tengo dos libros publicados y estudié de Preceptor Lírico. Allí aprendí a escribir poemas clásicos. Me gustan muchas poesías, pero creo que la que más me llega es la que escribí para un concurso del día de la Madre en mi ciudad. Gané el concurso y me premiaron con una plaqueta en la Plaza Colón, en el monumento a las madres. Luego yo hice una igual para mi mamá en el Jardín de Paz. Hacía un año que había fallecido, el premio era de las dos. Se llama MADRE ESCRIBE… y es un soneto.



J. M. A.: ¿Tus lectores prefieren el ebook o el libro en físico?

L. F.: Yo no tengo muchos lectores, hay que ser sinceros. En amazon compran más el ebook por el precio pero tengo gente que compra el libro físico y eso para mí tiene doble valor. En Argentina todavía nos gusta el libro en papel para escribir dedicatorias y llevarlo de un lado a otro. Yo, por ejemplo, soy de dejar libros en lugares públicos. A mí me gusta tenerlo en las manos, pero los lectores sobre todo de España lo ven diferente y me alegra porque podemos llegar a más gente.


J. M. A.: Sabemos que es difícil elegir un manuscrito entre todos los que tienes, ya que cada autor los considera cómo hijos, pero… ¿qué libro o poesía es el que más te gusta? Y ¿Por qué?

L. F.: Sí son como hijos y yo no los puedo abandonar, por eso escribo siempre sobre ellos. La gente debe pensar que estoy haciendo una mala publicidad pero no estoy escribiendo… me encanta volver sobre ellos y sus personajes. La abuela francesa creo que es el que más me llega porque se trata de varias generaciones: mis tatarabuelos, bisabuelos, abuelos, padres y al final una biografía mía pequeña. Estuve tres años escribiendo esa historia y la familia me dijo que estaba muy emocionada, está basada en hechos reales pero tuve que agregar ficción para enlazar las secuencias. Me gusta mucho Buenas y Santas… también porque muestra la sociedad de la época y la autoridad de una madre que por mantener la honra de toda su familia vive en la mentira una vida entera.



J. M. A.: ¿Cómo es tu experiencia siendo autora de editorial y autora autopublicada?

L. F.:Edité cuatro libros por editorial pero soy autopublicada. Hasta ahora ninguna editorial me ha llamado, pero mi objetivo es ése porque ya todo lo he hecho en la vida. Estoy luchando día a día por llegar a una editorial de las que tienen nombre propio (por decirlo de alguna forma) aunque sé que es difícil. Ser autopublicada es un detalle, yo necesito estímulo, aprobación… En Argentina no existes si no publicas por Planeta o por Penguin Random House; esa es la dura realidad.

 Muchos hablan de malas experiencias con editoriales. Yo eso todavía no lo viví y quisiera hacerlo, es un sueño. Me atrae ese mundo de Ferias del Libro, de firmar ejemplares, de lectores que te miman… En fin, creo que quedará en un sueño, es muy difícil. Y más con el tipo de novela que yo escribo. Hoy venden las novelas Histórico-románticas en Argentina.



J. M. A.: ¿Tienes en mente seguir escribiendo? 

L. F.: Yo creo que la vida no me va a alcanzar para escribir todo lo que quisiera, lo mío es vocación, es como respirar. Una necesidad vital. Por eso regalo los libros, hago de todo porque me da felicidad. No especulo con vender, no lo considero un trabajo, es algo que llevo incorporado dentro de mí y que llevaré hasta el final de mi historia.



J. M. A.: Observando el perfil del libro “La abuela francesa” en el portal de Amazon vemos esta bonita reseña de Cristina Suárez:

"No conocía a Luján Fraix, pero después de leer "La abuela francesa" me llené con las vivencias de su familia, con el origen de ella y con la historia del país que les acogió. Porque la novela es más que una narración sobre unos inmigrantes, los tatarabuelos de la autora, Francisca y Juan José, que llegaron desde Suiza a Rosario (Argentina) en 1860 y allí establecieron su nuevo hogar con sus hijos. Y digo que es más que eso porque intercala pasajes de los acontecimientos históricos, políticos y culturales, no sólo de Argentina, sino mundiales. Así, a la vez que conoces la vida de sus antepasados los sitúas en el contexto que les tocó vivir.
Melanie, llamada posteriormente la Gra-Mamá por sus nietos, fue una de las hijas de Francisca y Juan José. Se convirtió en una luchadora que supo sacar adelante y con personalidad a su gran familia. Ella fue el bastón sobre el que se asentaron las generaciones venideras. Una mujer fuerte pero sensible, una mujer que le gustaba plasmar en el papel sus pensamientos.
El libro es un retrato de esta gran mujer y de sus descendientes, con sus pesares, sus alegrías, sus momentos, sus debilidades y sus triunfos. Es una novela escrita con mucho amor por una bisnieta de Melanie que siente en su alma el legado que ella les dejó.”.

¿Te esperabas esta reseña? ¿Qué sientes al leerla?

L. F.: Cristina Suárez realiza unas reseñas fantásticas. No esperaba un comentario así. Me siento muy feliz, le agradecí en su momento y siempre la vuelvo a publicar cuando promociono los libros. Es un regalo. Inolvidable.

En realidad, no soy de esperar nada ni de pedir reseñas… Me gusta que todo se dé de manera espontánea, si no sucede sigo mi camino. No me sirve engañarme; la reseña de Cristina apareció sola, de repente, y eso me emocionó mucho.



J. M. A.: ¿Qué les dirías a los lectores que todavía no conocen tus libros?

L. F.: Es difícil la pregunta porque los lectores hoy buscan otro tipo de historias. Les diría que mis libros tienen mucho de verdad, son auténticos, como la vida misma. Las historias son entrañables pero tienen matices porque no todo es color de rosa.

Les diría que te dejan mensajes y que reflejan valores. Son historias costumbristas cargadas de sentimientos y también son espejos de la realidad.



J. M. A.: Si quieres comentar algo que no te haya preguntado, puedes exponerlo a continuación:

L. F.: Decir que escribo por amor a una vocación que siento y que alguien puso en mi camino para que yo pudiera salvarme de todas las tristezas de la vida. Que escribir me ha sanado y que lucho por llegar a dar todos los días un paso más, con amor, dedicación, estudio y trabajo. Llevo diez años en las redes y he recibido mucho cariño del otro lado, he conocido gente maravillosa y eso me llena de felicidad


Agradecemos la entrevista que nos ha concedido la Escritora Luján Fraix. Desde J. M. Angora le deseamos que tenga mucho éxito con sus futuras publicaciones y que los lectores se animen a leer sus libros.

Sus libros:
  • Amor Verdadero (poesía, 2000) Ed. Raíz Alternativa (Buenos Aires)
  • Molinos de viento (cuentos, 2002) Ed. Raíz Alternativa (Bs. As)
  • Septiembre (poesía, 2007)  Ed. De los cuatro vientos (Bs. As.)
  • El silencioso grito de Manuela (novela, 2017) Ed. Dunken (Bs. As)
Este libro fue a:

Feria Internacional del Libro de Buenos Aires 2018.
Feria Internacional del Libro de La Rioja 2018 (Argentina)
Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2018
EN AMAZON:
  • La Novia ¿Ella regresó por amor?(novela)
  • Querida Rosaura ¿Cuánto dura el amor? La eternidad (novela)
  • La abuela francesa (novela)
  • La nodriza esclava (novela)
  • Buenas y Santas… Los hijos olvidados (novela)
  • Los duendes de la casa dulce (cuentos infantiles)
  • Vera Violetta (cuentos)
  • Maestros (ensayo sobre el Arte)
  • Puerto soledad: La guerra de Malvinas-1982-


Ver entrevista de la Escritora Luján Fraix.





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