Aquello que no sabías...
Sobre
el mantel donde reposaba la yerba y el mate, dormía la cabeza de Roque sobre un
manto de sangre. La mirada del hombre se apagaba observando por la ventana una
bandada de teros.
Lina,
su mujer, yacía sobre la mesada de ladrillos centenarios que Roque había
construido. Todavía sostenía la cuchara de madera con la que había revuelto la
sopa de zapallo.
En
medio de ambos, rígido, se hallaba parado un hombre vestido de gaucho con la
cabeza envuelta en un gorro de lana y un pañuelo azul al cuello; llevaba una
rastra con monedas y botas de potro.
Cristóbal
se había disfrazado de hombre de campo, autóctono, fiel a las pampas, para que
no pudieran reconocerlo.
Ellos
eran sus padres adoptivos y él acababa de enterarse…
*
L.Fraix
(cuento)