Buenas y Santas...-Los hijos olvidados (Cap I Madre Tierra, 2da parte)
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Buenas y Santas...---Luján Fraix
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Luján Fraix
Luján Fraix
a la/s
marzo 14, 2020
La
conversación se interrumpió porque Jeremías, el criado negro, llegó con la
vajilla para el té.
‒¿Lo
sirvo acá o en el comedor?‒preguntó.
‒Déjelo
en la mesita, debajo de la parra; el aire fresco de la tarde me renueva las
energías‒dijo doña Emma.
El
negro se perdió entre los maceteros de jazmines y hortensias. Atrás, el aljibe
con su brocal de piedra labrada le daba un marco de color a la estancia que
doña Emma cuidaba tanto. Tuvo que pasar muchas tristezas y amarguras bajo ese
suelo, pero todo aquello lo enfrentó con coraje y dignidad.
Escuchaba,
a menudo, en las penumbras de su alma, la voz de su padre. Cerraba los
postigones y le rezaba una plegaria hasta que llegaba alguna tropa. Los peones
obedecían sus órdenes como siervos y las criadas iban y venían con prisa pues
en el campo siempre había demasiadas tareas por hacer.
Doña
Emma y Felicitas tomaban el té solitarias todos los días. Esperaban que llegara
Remedios, la criada de confianza, con algún chisme del pueblo.
‒Mañana
tenemos que ir a la cena que organiza don Simón Neder en la estancia vecina.
Quiere hacer algunos negocios con Bernardino y nos ha invitado a todos.
‒No
me gustan esas reuniones‒dijo Felicitas disconforme.
‒A
mí sí… y vamos a ir quieras o no. Además tiene un hijo muy buen mozo que podría
llegar a interesarte. Digo…
‒Yo
no quiero tener novio‒contestó Felicitas y se levantó bruscamente de la silla.
Se llevó por delante a Remedios que traía la ropa recién lavada y planchada
para guardarla en los armarios.
‒¡Niña!
Felicitas,
en su cuarto, se llevó la mano al escapulario y le pidió protección a su abuela
Josefina quien, desde el cielo, la cuidaba de todo mal. Ella no creía mucho en
Dios; decía que nunca le había dado señales y eso ya era suficiente.
‒¿Qué
le pasa a la niña Felicitas?
‒No
sé‒dijo doña Emma desconcertada‒. Me estuvo preguntando por los indios. Ella es
sensible, tú lo sabes. Piensa que su padre mató a alguno o a varios de ellos.
Es que si lo hizo fue porque se sintió acorralado. ¿Cómo les decía que los blancos
eran gente de paz?
‒Hace
muchísimos años, una mujer que vio venir a los nativos a atacarla le entregó en
brazos su propia hija a una india y desde ese día reinó la tranquilidad‒contó
Remedios‒Luego ellos mismos les enseñaron a los blancos a cazar, a domesticar
caballos y a usar boleadoras. Eran buenos los nativos patagónicos porque
algunos todavía eran dueños y señores de la tierra como Saihueke, el cacique de
las manzanas, pensaba que la coexistencia entre indios y blancos era posible.
‒Parece
un tanto inverosímil tu relato‒dijo Emma sonriendo.
‒Es
cierto, doñita.
‒¡No
me digas doña!
‒Bueno…
patrona. Disculpe…
‒No
creo ese relato tuyo.
‒También
cuentan que la Patagonia tuvo un rey. Orélie Antoine de Tounens, un francés que
dejó los papeles a los que se dedicaba en su patria para desembarcar en 1859 en
las costas de Chile. Venía con la intención de hablar con los nativos para
convertirse en su monarca. Cierto fue que lo logró y se convirtió en Orélie
Antoine I Rey de Araucania y Patagonia, pero alguien lo traicionó y terminó en
una cárcel chilena. Varias mujeres recibieron en sucesión esa corona, ya como
esposas o herederas directas, como lo fue la hija de Antoine II, la princesa
Laura Thérese I. Ninguna pisó nunca su reino.
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Hola Luján; Muy interesante este capítulo de Madre Tierra,que nos lleva a un clima de como se vivía en esa época, sus creencias religiosas y los tratos con la servidumbre. Un gran abrazo!!!
ResponderEliminarHola Mercedes
EliminarMe gustan esas épocas sobre todo en el campo, es lo que más conozco. La historia de una familia rural que tiene prejuicios porque eran otros tiempos indudablemente. Un abrazo.
Muy interesante como plasma la época y tus personajes.
ResponderEliminarCrecí entre gente de campo Citu y me atraen las historias rurales porque desde que era niña escuchaba anécdotas. Un besito
EliminarQue interesante y que bien narrado este capitulo que compartes....Saludos
ResponderEliminarGracias Sandra, es un poco. Amazon no me deja mostrar mucho. Saludos.
EliminarLo anoto para cuando me despeje de trabajo!!!
ResponderEliminarEstaré atenta a Amazon.
Besos,querida amiga
Yo sé que a ti no te gustan los concursos. A mí tampoco jajaj, pero soy tan inquieta, tanto... Después sufro, quiero retirar el libro, hacer de todo. No sé, para mí es muy difícil llegar a algo. Tú sabes, pero acá estoy. Hay muchos autores de cinco estrellas y miles de comentarios... Eso ya lo dice todo. Besos
EliminarGenial este capítulo.Besicos
ResponderEliminarGracias querida Charo por venir y leer. Besos
EliminarUn buen rato de lectura con el segundo capitulo, besos.
ResponderEliminarHay amiga, leí hasta aquí varios capítulos tal como se lee a veces, disperso, pero todo me gustó. Imagino la novela completa y te felicito por tus éxito. Realmente merecido. Un abrazo grandote.
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