Buenas y Santas... Los hijos olvidados (Cap 4 La desaparición de Felicitas 1era parte)
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Buenas y Santas... (Cap 4 La desaparición de Felicitnas 1era parte),
Buenas y Santas...---Luján Fraix
·
Luján Fraix
Luján Fraix
a la/s
marzo 26, 2020
4-LA
DESAPARICIÓN DE FELICITAS
SANTA
FE DE LA VERA CRUZ
RAMILLETE
DE HOJARASCA
Una
noche, plagada de estrellas, Felicitas escuchó el sonido de una guitarra y eso
le desató la nostalgia. Agazapada, desde lejos, vio unas manos ágiles que
ejecutaban el instrumento. Las mismas que muchas veces había mirado
domesticando el hierro. Allí, oculta entre las matas, se quedó hasta que el
canto de los pájaros reemplazó el croar de las ranas.
Al
otro día, fue a hablar con Antonio a las caballerizas. Había olor a orégano, a
plantas de azafrán y mostaza. Él se levantó al verla llegar; estaba sentado
sobre el tronco de un árbol centenario con la vista fija en el horizonte. A un
lado, el instrumento.
‒Hola.
‒¿Cómo
le va, niña? ¿Qué hace tan temprano por acá?
‒Ayer,
desde la ventana de mi habitación, escuché cómo tocabas la guitarra. Te
felicito.
‒Gracias,
mi madre me enseñó… Ella falleció cuando yo era muy niño. Casi no recuerdo las
notas musicales.
‒¿Tu
madre se llamaba Cruz?
‒Así
es…
‒Dime…‒dijo
Felicitas con curiosidad mientras caminaba alrededor de Antonio‒¿Tú has puesto
los ojos en alguna criada de la estancia?
‒¡No!
‒Bueno…
no te asustes porque no tiene nada de malo.
‒Es
que no es cierto‒contestó Antonio nervioso como si le hubieran dado un latigazo
imprevisto por la espalda.
‒Remedios
siempre habla de ti.
‒Ella
es una mujer muy buena pero yo no quiero entrar en líos de faldas. Estoy bien
solo.
‒Vamos,
Antonio. ¿Por qué no me cuentas a quién quieres?‒le volvió a decir Felicitas.
El
capataz se dirigió a la bomba para beber un vaso de agua. En ese momento
pasaron unos jinetes riéndose por la calle grande junto a la tranquera. Ambos
se quedaron mirando qué dirección tomaban aquellos desconocidos.
‒¡Prepara
mi caballo!‒dijo, de repente, Felicitas.
‒¿Dónde
va a ir a estas horas? Doña Emma va a poner el grito en el cielo si no la encuentra. Yo no quiero tener problemas.
‒¡Tú,
obedece!
Una
nube de polvo y hojas secas la envolvió y salió a todo galope. Sus enaguas
blancas de encajes venecianos volaban con el aire fronterizo dejando ver sus
piernas. Antonio se quedó observando aquella escena como quien ve algo sagrado.
Felicitas iba cubierta con un poncho de Castilla y tenía un chambergo calado.
Raúl,
el hijo de don Simón, abandonó la máquina de labrar la tierra que estaba
reparando. Una fuerza superior controlaba sus actos porque lo movía una
poderosa necesidad de llegar lo más pronto al encuentro. Aquella imagen angélica
con los huesos finos y su piel de durazno lo guiaba ciegamente. Arribó justo a
tiempo para descubrirla en medio del campo; no sabía para qué pero estaba
fascinado. Él era un hombre necesitado de amor. Felicitas lo vio venir hacia
ella; se sentía feliz por primera vez en la vida porque creía ser libre.
El
pelo le caía hasta la cintura e irradiaba una luminosa energía interior. Era
una mujer bella que podía enamorar a cualquier hombre. La simpleza de su rostro
y la perfección del cuerpo virginal contrastaban con los pensamientos
apasionados de Raúl.
‒Hola‒le
dijo él asombrado por la extraña visita.
‒Me
he escapado‒contestó Felicitas mientras se sacudía la tierra de los caminos que
se le había colado por sus botas.
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Adoro tus historias
ResponderEliminarInteresante extracto, seguro que la novela entera .lo es.Besicos
ResponderEliminarMuy bonito lo que he leído. Besitos.
ResponderEliminarCada entrada que nos traes es de lo más interesante Luján, siempre es un placer visitarte.
ResponderEliminarBesos.
Como siempre, lindo leerte.
ResponderEliminarTe mando un fuerte abrazo.
Mucha suerte.
Felicitas y su escapada.
ResponderEliminarPromete :)
Besos, Luján, qué grande eres.
Por fin sé algo de ti, gracias por darme tu link porque entraba y no sabía donde comentar.
ResponderEliminarAmiga, deseo de verdad que te encuentres bien y que salgamos pronto de esta pesadilla. En Madrid la situación es muy muy dura.
Bello escrito como ya es sabido.
Cuídate.
Gracias a todos queridos amigos por venir a este sitio, por compartir.
ResponderEliminarUn abrazo grande.