Poema para un otoño



A veces el todo es una simple palabra, un gesto, una mirada... hasta un silencio basta.



Tenía un libro a mi lado como siempre y los años quedaban lejos, del otro lado, no podía acariciarlos... El otoño me atrapaba con su espejo, abrazando un sueño en el dorso de mi mano.
Las primeras hojas iban dibujando mi alma en un beso que me devolvía páginas desiertas de historias no inventadas para crear un mar de auroras en los rieles de la vida.
L.Fraix


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