Aluen. La colonización de la Patagonia argentina. Los indios tehuelches.

 


Doña Ramona se fue de este mundo sola. Francisca la había dejado con Amanda, la criada, y el niño. Ella estaba durmiendo y así la encontraron, sumida en una férrea rigidez. La misma terquedad que tuvo en toda su vida, con la soltería como hermana y el desamor de un hombre que la abandonó en el altar. Lo mismo que le había pasado a Francisca con Estanislao.

La verdad, como un relámpago, abrasó los ojos de su sobrina y penetró con el látigo violento del rayo. Todas las imágenes fueron pasando en su memoria: aquel día que la recogió cuando los padres fallecieron, el amor tan grande y su apacible ternura, los cuadernos donde le enseñaba a escribir, los retos para que fuera por el camino recto y también la comprensión cuando supo que iba a tener un hijo sin haberse casado. Esperaba de Ramona la peor reacción y sin embargo ella no dijo nada, permaneció en silencio con un nudo en la garganta y los ojos turbios.

−¿No vas a castigarme? −No, porque ese niño lo envió Dios para que no estemos tan solas.

--------------Aluen

La colonización de la Patagonia argentina.

Los indios tehuelches.